Escrito por Cristian Gómez – Armónico Agencia Consultora. *
Muchas personas creen que emprender es simplemente hacer un negocio rentable o innovador, pero educar para formar emprendedores requiere salirse del término monetario y partir del valor que brinda el emprendimiento a la vida de los niños, niñas y jóvenes.
Según Jeffry Timmons, pionero de la investigación y educación del emprendimiento, emprender significa ejecutar acciones creativas para construir algo de valor a partir de una idea; es la búsqueda insistente de la oportunidad de ayudar a los demás, independientemente de los recursos disponibles o de la carencia de estos. Por lo tanto, requiere una visión, pasión y compromiso para guiar a otros en la persecución de dicha visión, y tener la disposición de tomar riesgos calculados.
Por otra parte, hay que comprender que emprender es un acto de valentía que implica tomar riesgos para alcanzar el éxito. Alejandra Aguirre, emprendedora de Armónico y becaria de liderazgo por Bogotá de la Universidad de los Ándes, nos contó que “para empezar a emprender debemos primero olvidarnos de los prejuicios que tenemos, es importante abrir nuestra mente a las nuevas ideas; recordemos que las soluciones, antes de salir de nuestra mente, son clausuradas por nosotros mismos. Por eso es ideal que nos permitamos expresar dichas ideas en un ambiente amigable y respetuoso”.
Entonces, para que tus estudiantes sean emprendedores es fundamental que tengan confianza creativa, es decir, una alta capacidad de creer en sí mismos para generar ideas que conlleven a la innovación por medio de la presentación de novedosas propuestas. Todos los niños, niñas y jóvenes, sin excepción, cuentan con esta capacidad creativa innata, sin embargo, esta se ve mermada a través de los años por culpa de miedos y juicios sociales autoimpuestos. Por esa razón, es importante que puedas acompañarlos para fortalecer su confianza creativa.
Otro aspecto fundamental para desarrollar un emprendimiento con propósito es emplear una metodología que permita generar propuestas creativas, por ejemplo, el Design Thinking que le permite a los y las estudiantes inspirarse en sus 5 pasos proponer ideas innovadoras y dar solución a las necesidades reales de los usuarios.
Empatía
Explorar el contexto o el entorno es clave para entender qué oportunidades se encuentran en la cotidianidad.
Un ejercicio oportuno para esto es convertirse en sombras , aquí los y las estudiantes observan situaciones de manera objetiva, escuchando y viendo cómo las personas interactúan. El objetivo es comprender que, cuando se conoce el entorno, se pueden identificar nuevos retos, comprender cómo se relacionan las personas con su contexto, entender los procesos existentes y adquirir una visión detallada del entorno.
Otra actividad es conocer a las personas y sus necesidades; para esto los niños, niñas y jóvenes pueden convertirse en periodistas y realizar preguntas a la comunidad que les ayuden a encontrar retos en su entorno y entender, desde la empatía, qué están sintiendo los demás.
También, puedes crear con tus estudiantes mapas de empatía para analizar y entender qué dicen, qué sienten, qué escuchan, qué hacen las personas de su comunidad y qué retos están enfrentando.
Definición
Gracias a las estrategias realizadas en el primer paso, las y los estudiantes van a descubrir una gran cantidad de retos, ahora el propósito es identificar qué tienen en común y definir con el grupo de estudiantes cuál se quiere trabajar. Un ejercicio para realizar este paso es escribir cada idea en un papel o post-it y agruparla con las que comparten algo en común para luego definir un solo reto.
Para ampliar tus conocimientos en este paso, te compartimos el video “Aprende a definir tu reto” del Programa Diseña el Cambio de la Fundación Terpel en Colombia:
Ideación
En este paso es importante que los y las docentes motiven a sus estudiantes a que dejen volar su imaginación para idear múltiples soluciones a un reto específico. Un ejercicio útil es utilizar la pregunta ¿Qué pasaría si? Inicia preguntándole a un estudiantes ¿Qué pasaría si creas un emprendimiento para solucionar (reto que identificaron)? y luego dile a otro que se imagine una para ese reto. Recuerda que todas las preguntas deben estar basadas en la frase qué pasaría si…
Ten presente que lo importante en este paso es hacer muchas preguntas a todos y todas las estudiantes, pues la clave de los ejercicios de ideación es la divergencia para luego converger y combinar las ideas que se generaron.
Hay que recordarle a los niños y niñas que una solución innovadora necesita cumplir con tres factores: que sea factible, viable y deseable. Cuando se habla de factible hay que pensar en las herramientas tecnológicas que se tengan (recuerda que desde el papel hasta la tradición oral es un tipo de tecnología); viable hace referencia a analizar los recursos económicos disponibles, no se necesita tener mucho dinero, pues las soluciones pueden empezar en pequeña escala para luego irlas fortaleciendo poco a poco; y deseable se refiere a pensar en lo que quieren y sueñan las personas de la comunidad.
Teniendo en cuenta estos tres factores se debe elegir la solución del reto.
Prototipado
Aquí es cuando se acompaña a los y las estudiantes a llevar esa idea a la acción, en este paso las soluciones se vuelven una realidad, ya que construir prototipos no solo hace palpables las ideas y ayuda a visualizar las posibles soluciones, sino que también permite probar, evaluar y comprender si la idea cumple los objetivos, llevando la solución macro a algo micro.
Una maqueta, un dibujo, una feria estudiantil donde cada uno tenga un stand o un Story Board pueden ser prototipos que permiten generar un escenario de cómo se vería la solución.
Testear
En este último paso puedes enseñar la importancia de convertir los errores en una herramienta de mejora continua, lo cual es clave para el proceso porque emprender también es equivocarse para aprender de las fallas, entonces, aquí se pueden entender las debilidades para mejorarlas en el próximo intento.
Un ejercicio para testear es por medio de la observación y medición, por ejemplo, una encuesta es un buen método para evaluar los resultados de la solución, o tomarse un tiempo para reunirse con los y las estudiantes es ideal para comprender qué aprendieron con el emprendimiento y qué pueden mejorar.
Ten presente que el error es el motor del emprendimiento, por eso, formar emprendedores no se trata de evaluar el mejor emprendimiento sino quién aprendió más de sus errores y cuál fue el equipo más resiliente.
Por medio del emprendimiento se tiene la oportunidad de formar niñas, niños y jóvenes líderes que inician sus proyectos entendiendo a los demás, con una finalidad en mente ya que se platean objetivos, priorizan sus actividades, sinergizan ideas teniendo en cuenta la opinión de todos y todas y siempre mejoran sus debilidades comprendiendo que el error hace parte del proceso.
Otra herramienta que permite potenciar el liderazgo en los y las estudiantes son los 7 hábitos de Líder en mí.
¡Crear un emprendimiento en el aula permite fortalecer conocimientos de diferentes áreas de manera transversal y armónica para poner los conocimientos en práctica en una situación real!
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